jueves, 21 de abril de 2011

Ensayo: Desastre… ¿Natural? por Martin Bonfil Olivera

INTRODUCCION
El terremoto de 9 grados que ocurrió en Japón dejo una serie de desastres masivos además de un Tsunami que agravo aun más las cosas.  Las olas de 10 metros causaron grandes estragos no solo en Japón sino en otros países por la onda expansiva. Pero aun faltaba más, el terremoto y las olas causaron grandes daños en varias plantas nucleares, en una de ellas conocida como Fukushima se produjo una gran explosión que libero una gran cantidad de material radioactivo a la atmosfera pero a pregunta era, ¿Realmente fue un accidente o un desastre natural?
DESARROLLLO
¿Cómo podemos comprobar esto? Un terremoto es un fenómeno natural pero al parecer los desastres ocurrieron por falta de previsión, Japón está localizado en una zona altamente sísmica y se sabe muy bien que después de un terremoto marino un tsunami es inevitable. Los ingenieros tomaron medidas para prevenir cualquier desastre ante un tsunami y un terremoto pero los eventos superaron todas las previsiones.
En la planta nuclear de Fukushima sucedió que se dañaron las bombas de agua que alimentan al reactor para enfriarlo, las plantas de emergencia también resultaron dañadas, ante esto el reactor se calentó y las placas de hormigón y acero que lo rodeaban se empezaron a fundir.  Afortunadamente los técnicos pudieron bombear agua de mar para enfriar el núcleo del reactor pero hubo escape de radiación y rápidamente se tomaron medidas adecuadas para reducir el daño por radiación en la población.
CONCLUSION
La tragedia no cabo ahí del todo pues ante este desastre es muy probable que los gobiernos y la opinión pública den una oposición rotunda ante el uso de energía nuclear en un momento difícil pues desde hace años se busca una energía alterna eficaz para reducir la contaminación y el uso de petróleo. Energías alternas como la eólica, mareomotriz, solar entre otras no son satisfactorias aun, si sucede que la oposición ante la energía nuclear sea grande y rotunda se necesitara un costoso balance para obtener un beneficio que aun no es claro sobre el uso de la energía nuclear en el futuro. Mucho se habla de que el desastre de Japón solo sea el inicio de un mas grande accidente o desastre.



Investigación de Rectores en Japón:


Cuatro de los seis reactores están tocados, algunos de forma muy grave. Los reactores 1, 2 y 3 tienen parte del núcleo al descubierto.
Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor.
Explosiones, fusiones parciales del núcleo, incendios, expulsión de partículas radiactivas a la atmósfera... Los seis reactores que configuran la central japonesa, con graves problemas desde el terremoto, siguen su camino hacia la catástrofe nuclear. Y lo que muchos intentaban controlar se va de las manos.
La situación de los reactores es "gravísima". El reactor número 1, el primero que explotó, se encuentra sin refrigeración, se ha producido una fusión parcial del núcleo y su vasija está dañada.
El 2, uno de los más afectados, no tiene prácticamente refrigeración, mientras que su vasija de contención resultó dañada tras la explosión de hidrógeno que se produjo. Los reactores 5 y 6 también viven problemas de refrigeración ya que la temperatura de sus piscinas se ha incrementado considerablemente, aunque se encuentra en niveles normales.

El 3, el más peligroso

Pero, sin lugar a dudas, el reactor más peligroso es el 3. Es el único de la planta en el que se utiliza plutonio, mucho más nocivo que el uranio. Dañado por una explosión, tiene graves problemas de refrigeración, ha producido una fusión parcial del núcleo y su sistema de contención está dañado, por lo que ha expulsado partículas radiactivas a la atmósfera, lo que junto al escape del reactor 2 ha elevado los niveles de radiación hasta los 100 milisievert por hora, por lo que las labores de refrigeración se han parado hasta que desciendan dichos niveles.
En este reactor se han medido tasas de dosis muy elevadas (400 milisievert) junto a una de las paredes del edificio del reactor. Estos valores podrían estar relacionados con la situación en la que se encuentra el núcleo del reactor, que está descubierto, con su recinto de contención o con el estado de la piscina de combustible tras la deflagración sufrida.

El 4, en estado crítico

Por su parte, el reactor 4, que se encuentra en estado "crítico", según la compañía TEPCO.  Se han producido dos incendios y la piscina que enfría las barras de combustible está completamente vacía.
Tal es la situación que el Gobierno ha ordenado a la empresa inyectar agua en la piscina "tan pronto como sea posible para evitar un desastre nuclear importante".
Aunque las llamas en el reactor 4 fueron controladas rápidamente, la detonación provocó dos orificios de ocho metros cuadrados en el muro del edificio exterior del reactor, dejando en contacto con el aire la piscina de combustible. Además, el techo se ha agrietado.
En resumen, se estima que un 70% de las barras de combustible nuclear han resultado dañadas, de las que un 33% pertenecen al reactor 2. Además, se cree que los núcleos de los reactores se han fusionado parcialmente ante la falta de refrigeración.

Medidas contra la radiación

Ante el aumento de la radiación y pese a que las autoridades han permitido niveles de hasta 250 milisievert para los trabajadores, la central obligó a evacuar a los últimos empleados que permanecían en el recinto, que regresaron horas después. En total son 50 trabajadores los que entran que se van rotando cada cierto tiempo para no verse demasiado expuestos a la radiación. Durante ese tiempo, las operaciones para enfriar los reactores se paralizaron.
Un helicóptero ha estado sobrevolando la zona con carga de agua para poder enfríar el reactor dañado, pero los altos niveles de radiactividad han impedido cumplir el objetivo. El segundo intentó se realizará con cañones de agua apuntando directamente a los reactores.
Las medidas tomadas por el Gobierno de momento han incluido la evacuación de los ciudadanos en un radio de 20 kilómetros, el establecimiento de una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros y la petición a los vecinos de Fukushima que se queden en casa y no salgan a la calle.
Pero, los problemas no sólo parten de la central. La escasez de energía tras el seísmo ha obligado a realizar cortes de luz en determinadas horas del día, momentos en los que el sistema informático utilizado para medir la propagación de la radiactividad en torno a Fukushima deja de funcionar.


Diferencias con el de Chernobil:

Este suceso ha sido considerado el accidente nuclear más grave según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares y uno de los mayores desastres medioambientales de la historia. Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, materiales radiactivos y tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de 116 000 personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa central y oriental.
Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600 000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como Zona de alienación, que sigue aún vigente. Solo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad. Los trabajos de contención sobre el reactor afectado evitaron una segunda explosión de consecuencias dramáticas que podría haber dejado inhabitable a toda Europa.
Dos personas, empleadas de la planta, murieron como consecuencia directa de la explosión esa misma noche y 31 en los tres meses siguientes. Mil personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 20.0000 personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20.000 cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv. En total, 600.000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5.000.000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.
Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado en diciembre de 2000. Inmediatamente después del accidente se construyó un "sarcófago", para aislar el exterior del interior, que se ha visto degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales por lo que corre riesgo de desplomarse. Desde 2004 se lleva a cabo la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor. El resto de reactores se encuentran cerrados.


En japon no hubo tantos muertos  comparacion de Chernobil,  en Japon fue menor la exposicion de las personas a la radiacion ademas que se tomaron medidas adecuadas para preveir el daño en la poblacion y en Chernobil los trabajos de limpieza ni siquiera concluyeron. En chernobil todo empezo como un simulacro y en Japon fue un desastre natural. El daño por Chernobil fue demasiado alto y mucho mas costoso.

Equipo: Jose Angel Lopez Naranjo
Sergio Flores Aguilar 3º "B" vesp.

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