martes, 24 de agosto de 2010

LA FISICA Y LA SALUD

POR JOSE ANGEL LOPEZ NARANJO


LA FÍSICA Y LA SALUD



Quizás, nunca nos hallamos parado a pensar que relación puede tener una ciencia como la Física con la salud. Cuando hablamos de física nuestro pensamiento está más cerca de cohetes, vuelos espaciales, energía atómica, fenómenos eléctricos, etc, que en fenómenos tan cercanos como una luxación, una tendinitis, una fractura o la simple sudoración corporal.



Aunque poco tenga que ver con lo que a continuación se expone, quiero recordar que en la antigüedad, se llamaban físicos a aquellos que se ocupaban de la salud, entre otras cosas.



En estas breves líneas intentaré hacer comprender la relación entre la más estricta teoría física (sufrimiento de profesores y azote de alumnos) y un lumbago o una hernia discal.


El centro de gravedad.


Cualquier fuerza aplicada sobre un punto de un cuerpo sólido y rígido se transmite instantáneamente a todos los puntos del sólido, este hecho es fácilmente comprobable, basta empujar con el dedo un objeto por diferentes puntos y observar como la fuerza, traducida a movimiento, se transmite a todo el objeto.



La consecuencia es que el movimiento de todo el objeto se comportara como un solo punto en el que se estuviera concentrada toda la masa y que el movimiento del cuerpo, en su conjunto, está ligado al movimiento de dicho punto. A este punto se le denomina centro de masas.



En el caso de que la fuerza a considerar sea la fuerza de la gravedad, dicha fuerza se denomina peso y el punto donde actúa se llama centro de gravedad (cdg).



En los cuerpos sólidos, homogéneos y regulares, localizar el centro de gravedad es muy fácil ya que coincide con el centro geométrico del cuerpo, así el cdg de un dado es el centro del cubo, punto equidistante de todas sus caras y que impide saber por cual de ellas va a caer, en caso contrario, estaríamos ante un "dado cargado" con su cdg desplazado y que siempre caería por la misma cara.



En los cuerpos irregulares o no homogéneos, localizar el centro de gravedad es más complicado pero, al igual que una balanza apoyada sobre su centro de gravedad reparte su peso por igual a ambos lados del punto de apoyo, cualquier cuerpo apoyado sobre su centro de gravedad permanecería en equilibrio.



Centrándonos en el cuerpo humano, el cdg de una persona se sitúa aproximadamente a la altura del ombligo, entre la 5ª (y última) vértebra lumbar y la 1ª vértebra sacra, en el punto que los médicos denominan L5 – S1. Este punto, a la postre, recibirá el peso de todo nuestro cuerpo y la mayoría de los esfuerzos mecánicos realizados en nuestra actividad física, trabajo y deportes.





El equilibrio.


La posición del cdg tiene mucho que ver con el estado de equilibrio de los cuerpos. Si la imaginaria línea vertical que pasa por el centro de gravedad cae dentro de la base del cuerpo, éste permanecerá en equilibrio, tal es el caso de la torre inclinada de Pisa.



Este hecho puede servirnos para localizar el centro de gravedad de nuestro cuerpo, el experimento es el siguiente:





Sentémonos en una silla tal y como muestra la figura, por mucho esfuerzo que realicemos, en esta postura será imposible incorporarnos porque la vertical que pasa por nuestro ombligo no cae dentro de la superficie cubierta por nuestros pies. Para levantarnos es preciso hacer que dicha vertical sí caiga dentro del esta superficie, el gesto lo hacemos inconscientemente y consiste en inclinar el tronco hacia delante mientras los pies se desplazan hacia atrás.







La columna vertebral.

Debemos recordar que, anatómicamente, el humano proviene, por evolución, de los primates y éstos, a su vez, de animales cuadrúpedos, por los tanto, es importante destacar que la columna vertebral no está originalmente diseñada para la bipedestación.


Los animales de 4 patas (cuadrúpedos) reparten su peso a lo largo de la columna vertebral que desempeña una función de puente entre la extremidades análoga a la que el arco ejerce en la arquitectura. Por otra parte, la posición horizontal de la columna evita que los discos intervertebrales se compriman por el peso o el movimiento.



Cuando la columna se yergue para la bipedestación, no solo todo el peso de nuestro cuerpo se carga sobre ella sino que su posición vertical hace que los discos intervertebrales se compriman y se deterioren tanto más cuanto mayor sea la actividad realizada (pesas, saltos, carrera...).



Todo la anterior se agrava con la edad (descalcificación) y los malos hábitos posturales ( es mejor flexionar las rodillas para recoger algo del suelo que doblar la espalda).



No olvidemos que la columna vertebral desempeña una función importantísima, no solo de sostén del tronco sino de canalización de todos la haces nerviosos.



Al final todas las cargas mecánicas de nuestra actividad física recaen sobre el fatídico punto L5 – S1, origen de todos los lumbagos y ciáticas, punto de partida, si no se cuidad, para la temida hernia discal.

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